Marco Antonio Pérez Hernández, víctima de un levantón

TIJUANA, B.C.- Tras ser víctima de un levantón el locutor de radio Zeta 13, Marco Antonio Pérez Hernández, siente impotencia ante la impunidad que existe en la ciudad y que se ha desbordado ante las autoridades, pues fue objeto de una confusión de unos sujetos que portaban identificaciones de policías y que terminaron despojándolo de su vehículo Explorer 2007.
Narró que el pasado viernes en la madrugada, aproximadamente a las 2:15, al circular por la Vía Rápida Poniente, a la altura de la colonia Buena Vista, un pick up blanco, con vidrios polarizados le encendió las torretas internas, además de la sirena y le ordenó que se orillara y éste lo hizo pues pensó que era alguna autoridad.
Cuando se estacionó un sujeto llegó con un pasamontañas y placa de policía, quien le ordenó que se bajará de la unidad, pero terminó empujándolo para que abordará la parte posterior de su camioneta, en tanto que otro sujeto encendió su auto y lo manejó tres cuadras atrás del periódico Frontera, donde lo comenzaron a cuestionar y a punta de pistola le dijeron que se identificara.
El compañero de los medios de comunicación, tras insistir en su nombre, pues se le cuestionaba en repetidas ocasiones, lo bajaron del auto, no sin antes despojarlo de sus pertenencias, tales como cartera, reloj e identificaciones y se llevaron su camioneta Ford Explorer 2007, que había adquirido a través de un banco.
Dijo que su liberación, se dio a las 2:30 de la mañana, quien temeroso acudió a las instalaciones del periódico Frontera, donde solicitó el auxilio de los guardias de seguridad, para hacer una llamada a su casa y decir que se encontraba en pleno estado de salud, quienes además lo apoyaron para el traslado a su hogar.
En sí, Marco Antonio Pérez Hernández, dijo que como era de noche, no quiso arriesgarse a no pararse, en el tiempo que el pick up le ordenó frenarse, debido a la situación que están viviendo y resultó que los sujetos si llevaban insignias de ser policías, pero terminó siendo ultrajado.
Ahora, desafortunadamente se considera una víctima más de las estadísticas de la inseguridad y de los secuestros express, a quien le da tristeza esta situación bochornosa, pues nunca se imaginó el ser parte de esta experiencia tan desagradable, y ahora se siente indignado y con impotencia, al comprobar que en esta ciudad haya tanta impunidad y esté en manos de la delincuencia.